Veganismo y Vegetarianismo: descubre las similitudes y las diferencias

¿Aún confundes los términos veganismo y vegetarianismo? Lee nuestro artículo y aprende a distinguirlos.

El veganismo y el vegetarianismo son dos opciones alimentarias con bases similares, pero que difieren en el grado de exclusión de los alimentos de origen animal.

el veganismo y el vegetarianismo

Los patrones de alimentación de ambos términos se incluyen en el contexto de una nutrición vegetariana, es decir, un tipo de ingesta con base en los productos de origen vegetal; como los cereales integrales, las legumbres, las semillas, los frutos secos oleaginosos, frutas y hortalizas. Además, este tipo de subsistencia contempla siempre una exclusión total, o por lo menos parcial, de los productos de origen animal.

Es precisamente en ese grado de exclusión de alimentos de origen animal que reside la diferencia entre el veganismo y el vegetarianismo.

El veganismo y el vegetarianismo: principales diferencias

1. El vegetarianismo

En el vegetarianismo están excluidos el pescado, la carne y todos los productos que los contengan, pero, dependiendo del grado de vegetarianismo, pueden permitirse otros productos de origen animal, como por ejemplo, huevos, lácteos y miel.

En este contexto, existen dos grandes tipos de vegetarianismo: el ovo-lacto-vegetarianismo y el lacto-vegetarianismo. En primer lugar, tanto los huevos como los productos lácteos están permitidos.

En el segundo sólo se permiten leche y derivados, y se excluyen, además de los huevos, todos los ovo-productos.

2. El veganismo

En el veganismo, también llamado el vegetarianismo estricto, están excluidos de la alimentación todos los alimentos de origen animal sin excepción; toda la ropa procedente de animales (piel, lana, seda, entre otros); los productos de higiene y cosméticos probados en animales; y se defiende la prohibición del uso de animales para corridas de toros, circos y zoológicos.

Por lo tanto, esta opción no sólo contempla los alimentos. El veganismo es un estilo de vida que rechaza todo lo que pueda resultar de la explotación animal.

Asociado a cualquiera de los patrones de alimentación está, por norma, un estilo de vida saludable, en la medida en que ambos promueven el rechazo de alcohol, tabaco y alimentos procesados; así como la práctica de ejercicio físico más regular.

Motivaciones para la adopción de una alimentación vegetariana

Las motivaciones principales de la adhesión al veganismo y el vegetarianismo no sólo se reducen a una cuestión de salud.

A menudo, adoptar este tipo de alimentación también se debe a ideologías específicas; particularmente motivos religiosos, cuestiones éticas (relacionadas con la protección de los animales) y ecológicas (producir menos contaminación), razones filosóficas, económicas, influencias familiares o temores relacionados con la seguridad alimentaria.

De esta forma, el patrón alimentario adoptado por cada vegetariano es influenciado por los motivos inherentes a su elección; identificándose una variedad de aristas de vegetarianismo, o sea, de exclusión de los productos de origen animal, además de la carne, el pescado y los alimentos que los contengan la alimentación.

El veganismo y el vegetarianismo, ¿cuál será más saludable?

A pesar de que un consumo mayor de hortofrutícolas, y otros alimentos de origen vegetal, están relacionados con la salud (específicamente con la prevención de enfermedades crónicas del siglo XVI, como la obesidad, la diabetes y la enfermedad cardiovascular) la verdad es que, si no son debidamente planificados, tanto el veganismo como el vegetarianismo pueden no ser patrones de alimentación saludables.

Por ello, principalmente en el caso del veganismo, existe el riesgo de diversas carencias nutricionales, especialmente de proteínas de alto valor biológico (las proteínas vegetales no poseen todos los aminoácidos esenciales); ácidos grasos omega 3; vitamina B12 (vitamina exclusivamente animal); vitamina D; calcio; hierro; zinc y yodo.

Sin embargo, los veganos están, inevitablemente, sujetos a estas carencias, ya que el grado de exclusión de alimentos es mayor.

Por otro lado, y a pesar de poder parecer un paradigma, los patrones alimenticios vegetarianos también pueden incluir alimentos ricos en grasa y sal, por ejemplo, patatas fritas, lo que, automáticamente, los hace inadecuados desde el punto de vista nutricional.

1. Proteína

En lo que respecta a la proteína, en el vegetarianismo, la ingesta de huevo y/o productos lácteos permite a los vegetarianos tener alguna fuente de proteínas de alto valor biológico; algo que no sucede en el veganismo, en este caso, prácticamente no existen proteínas completas (la única excepción es la soja).

De este modo, la única opción de un vegano para garantizar una ingesta adecuada de proteína será la combinación de varias fuentes de proteína, como, por ejemplo, los cereales con leguminosas, de modo que pueda sacar partido de la complementariedad de aminoácidos y, de esta forma, obtener todos los aminoácidos esenciales en las cantidades deseadas, y requeridas, para estar saludable.

2. Calcio y Vitamina D

En el caso del calcio y la vitamina D la situación de los veganos también es más complicada ya que, como no ingieren productos lácteos, el calcio que ingieren, procedente de alimentos vegetales y sustitutos de la leche, no es tan biodisponible.

Además, como tampoco ingieren huevos, la ingesta de vitamina D está muy comprometida. Lo anterior ocurre debido a que ambas situaciones combinadas pueden resultar en un mayor riesgo para el desarrollo de osteoporosis.

3. Vitamina B12

Esta vitamina se encuentra exclusivamente en productos de origen animal, por lo tanto, en el caso del veganismo la suplementación es obligatoria; mientras que en el vegetarianismo esta puede no ser necesaria, dependiendo del grado de consumo de huevos y productos lácteos.

En resumen…

El veganismo y el vegetarianismo son patrones de alimentación que, a pesar de poseer una amplia base común, difieren en el grado de restricción de los alimentos, siendo el veganismo más restringido que el vegetarianismo, en la medida en que va más lejos de los ideales de respeto y defensa de los animales.

Al final, si se consideran ambas opciones, y se tiene en mente que ambos requieren de una buena planificación y seguimiento por parte de un profesional de la nutrición, se puede llegar a la conclusión que el estilo de vida vegano conlleva más cuidado y supervisión que el vegetarianismo, ya que la probabilidad de no lograr satisfacer las necesidades de algunos nutrientes es superior.

 

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