Es posible añadir la semilla de girasol en platos e recetas, comerla cruda o tostada y disfrutar de sus ventajas mediante la utilización del aceite de girasol extraído de las semillas.
Entre las propiedades de la semilla de girasol figuran el poder hidratante, la prevención de infecciones en bebés y la lucha contra el cáncer.
Beneficios de la semilla de girasol
Alivian el estrés
Por contener magnesio, las semillas de girasol alivian el estrés y las migrañas. Las semillas también contienen triptófano y colina, que ayudan a combatir la ansiedad y la depresión. La colina también mejora la función cerebral y ayuda a la memoria.
Luchan contra el cáncer
La semilla de girasol tiene selenio, que previene el cáncer, aumentando la reparación del ADN e impidiendo la multiplicación de células cancerosas. El aceite de girasol también es rico en carotenoides que ayudan a controlar los daños celulares evitando el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, piel y útero.
Previenen el envejecimiento temprano
La vitamina E presente en las semillas de girasol ayuda a prevenir los daños de los radicales libres a la piel y los daños causados por el sol, además de mejorar la apariencia de cicatrices y arrugas. El betacaroteno presente en la semilla de girasol hace que la piel sea menos sensible al sol y otros antioxidantes presentes protegen a la piel de los daños ambientales evitando los signos de envejecimiento.
Previenen la pérdida de cabello
Las semillas de girasol contienen vitamina B6, que previene la pérdida de cabello, ya que aumenta el suministro de oxígeno para el cuero cabelludo.
Estimulan el crecimiento del cabello
Al contener zinc, La semilla de girasol fomenta el crecimiento del cabello. La vitamina E también estimula el crecimiento del cabello, ya que aumenta la circulación sanguínea al cuero cabelludo, pero debe consumirse con moderación – el exceso de zinc y vitamina E puede causar pérdida de cabello.
Hidratan el cabello
El aceite de semilla de girasol tiene ácidos graxos omega 6, que evitan el desgaste del cabello, siendo un hidratante natural.
Protegen la piel
La vitamina E presente en las semillas de girasol también ayuda a proteger la piel de los rayos ultravioletas perjudiciales y proporciona una piel brillante y joven. El cobre presente en la semilla de girasol le confiere la propiedad de mantener la piel sana y protegida contra los rayos ultravioletas.
Luchan contra el acné y problemas de piel
El aceite de semilla de girasol contiene ácidos grasos esenciales, como los ácidos linoleico, palmítico, esteárico y oleico, estimulando la formación de colágeno y elastina y suavizando la piel. Los ácidos grasos tienen propiedades antibacterianas que protegen la piel de las bacterias reduciendo el acné. El aceite de semilla de girasol puede aliviar eczema y dermatitis, proteger también la piel de bebés nacidos prematuramente, reduciendo el riesgo de infección de la piel.
Previenen daños de radicales libres
La vitamina E presente en la semilla de girasol es un antioxidante soluble en grasa, que neutraliza los radicales libres y evita que se dañen las células cerebrales, las membranas celulares y el colesterol – ayuda a mantener la circulación sanguínea y la producción de glóbulos rojos.
Promueven la formación de células
El girasol contiene ácido fólico, esencial para la producción de un nuevo ADN, necesario para la formación de nuevas células. Por este motivo, el consumo de aceite y semillas de girasol está muy recomendado para las mujeres embarazadas.
Previenen la artritis
El aceite de semilla de girasol reduce los síntomas de la artritis y evita y ayuda en el tratamiento de la artritis reumatoide.
Previenen el asma
La semilla de girasol ayuda a prevenir el asma y los síntomas relacionados.
Previenen las cataratas
Al ser rica en carotenoides, la semilla de girasol ayuda a prevenir cataratas. El aceite contiene vitamina A que ayuda a la salud ocular.
Previenen la osteoporosis
Las semillas de girasol contienen proteínas que ayudan a reparar el tejido muscular y ayudan en varias funciones enzimáticas del cuerpo. La proteína también es esencial para el desarrollo óseo y, por lo tanto, previene la osteoporosis ayudando al desarrollo adecuado de la matriz ósea, ayudando a la fuerza ósea.
Ayudan a la digestión
Al contener un alto contenido de fibras dietéticas, la semilla de girasol cruda puede ayudar a digerir y curar el resfriado.
Previenen enfermedades cardiovasculares
La vitamina C presente en las semillas de girasol ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y la vitamina E impide que los radicales libres oxiden el colesterol. Si se oxida, el colesterol se adhiere a las paredes de los vasos sanguíneos y causa aterosclerosis, que puede dar lugar a infartos, arterias bloqueadas o derrame cerebral.
Reducen el colesterol
La semilla de girasol tiene un alto contenido en fitosteroles, fibras y compuestos que reducen el colesterol.
Alivian la congestión en el pecho
La semilla de girasol es un remedio natural para aliviar la congestión del pecho.
Producen energía
Las semillas de girasol contienen la vitamina B1, que estimula los catalizadores celulares o los enzimas para reacciones químicas, y el cuerpo lo requiere para obtener energía de los alimentos. El girasol contiene cobre, que ayuda a la producción de energía celular.
Mantienen saludable el sistema inmunológico
Al contener zinc, las semillas de girasol ayudan a mantener el sistema inmune sano y son útiles también para la cicatrización de heridas, además de mantener afilados los sentidos olfativos y de degustación.
Mantienen saludable el sistema digestivo
La semilla de girasol contiene vitaminas B, que son esenciales para un sistema digestivo saludable y para la producción de energía.
Relajan los nervios
Al contener magnesio, las semillas de girasol hacen que los nervios se relajen.
Es una fuente de antioxidantes.
Antioxidantes como el selenio y la vitamina E están presentes en la semilla de girasol, lo que permite que una de sus propiedades sea impedir o limitar el daño oxidativo a las células, protegiendo de enfermedades como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.