El aceite de semilla de uva está cada vez en más casas de todo el mundo. Son muchos sus beneficios, aquí te los contamos y explicamos como usarlo.
El aceite de semilla de uva está hecho a partir de la semilla del fruto de la uva, una planta de la familia de las vid, que tiene un tronco retorcido, ramas flexibles y hojas grandes. Originaria de Asia, la vid se cultiva en todas las regiones de clima templado.
Puede parecer una sorpresa para algunos, pero la uva utilizada para la elaboración de vino, jugos y alimentos también sirve de fuente para la extracción de aceite vegetal.
Para producir aceite de semilla de uva, el primer proceso necesario es la trituración de la semilla. A continuación, se hace la prensa en frío; un proceso que extrae el aceite de semilla de uva manteniendo sus propiedades. Es un proceso largo y costoso, ya que, para producir un litro de aceite, se consumen casi 200 kg de semilla de uva. Pero el resultado final es un aceite de alta calidad y pureza.
El aceite extraído de la semilla de uva tiene un alto contenido de tocoferol y ácido linoleico, que son responsables de sus diversas aplicaciones. El tocoferol, más conocido como vitamina E, es un súper antioxidante que ayuda a mantener y regenerar el tejido cutáneo revitalizándolo. el ácido linoleico o omega 6 es un ácido graso con propiedades antiinflamatorias, muy importante en la cicatrización de heridas.
Aplicaciones
La presencia de estos componentes en el aceite de semilla de uva pura hace que pueda utilizarse para varios fines.
El aceite de semilla de uva sirve como hidratante para el cuerpo debido a su propiedad umectante y emoliente que retiene el agua en la piel, hidratándola.puede mezclarse con cremas, jabones y cosméticos, o utilizarse en forma de aceite puro.
Ayuda a prevenir estrías y celulitis debido a la alta concentración de tocoferol, que contribuye a la elasticidad de los tejidos, restaurando el colágeno y mejorando la circulación periférica. Esta restauración de colágeno también es muy eficaz para prevenir arrugas cuando se utiliza en la piel.
También se utiliza mucho para las pieles que tienden a tener acné y una producción excesiva de aceite; ayuda a reducir al mínimo las cicatrices de acné y no obstruye los poros. Al tratarse de un aceite fino, es absorbido rápidamente por la piel, no dejándola aceitosa. Debido a la buena absorción que tiene ese aceite en la piel, tiene una gran aplicación para masajes.
El aceite también aporta beneficios al cabello: es bueno para la hidratación de puntas resecadas, actúa en la prevención de la caída del cabello y evita que los cabellos se vuelvan quebradizos, además de destacarse por su capacidad de ayudar en el crecimiento capilar.
En cuanto al uso capilar terapéutico, el aceite de semilla de uva es muy eficaz para el tratamiento contra la dermatitis seborreica (caspa), ayudando a eliminar las «escamas de piel» del cuero cabelludo, manteniéndolo hidratado. Puedes mezclar el aceite con el champú o simplemente masajear el cuero cabelludo con el aceite puro.
Hay muchas ventajas al usar el aceite de semilla de uva. MPero, antes de utilizarlo, asegúrese de que el producto es 100% natural y puro, libre de componentes que puedan ser nocivos. Normalmente, los productos que contienen este aceite pueden contener sustancias perjudiciales, como parabenos, para aumentar la calidad y la durabilidad del producto.
Por tanto, utilice siempre el aceite de semilla de uva en forma pura, confiriendo etiquetas y envases para evitar el riesgo de contaminación y el contacto con cualquier tipo de química.
El aceite de semilla de uva también es muy bueno para la salud. Está muy recomendado para freír alimentos, ya que no produce sustancias cancerígenas cuando se calienta y también se puede usar en la ensalada.
Ayuda a reducir el colesterol malo y aumenta el bueno, previene la hipertensión y la obesidad, fortalece el sistema inmunológico, siendo un excelente aliado en las dietas.