Si se trata de un reflujo esporádico, los hábitos del día a día pueden disminuir su prevalencia, puedes evitar los alimentos que se fermentan en el estómago; comer más despacio; y evitar porciones muy grandes.
En el caso de la hernia de hiato, la cirugía puede, eventualmente, curar al paciente.
Si estás ingiriendo medicamentos como antihipertensivos y antidepresivos tricíclicos, el plan terapéutico debe ser revisado por un médico.
Cabe señalar que el reflujo es una enfermedad que requiere tratamiento y seguimiento a lo largo de los años, ello debido a que está relacionada con el comportamiento y alimentación.
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Tratamiento del reflujo
Medicamentos
Entre los medicamentos prescritos para combatir el reflujo pueden encontrarse los antiácidos; los inhibidores de bomba de protones y los agentes procinéticos.
Los antiácidos actúan obstruyendo directamente el ácido presente en el estómago; tienen como efecto secundario la alteración del hábito intestinal. Es de acción rápida, pero su efecto tiene corta duración. Usualmente se administra después de las comidas.
Los inhibidores de bomba de protones, como el omeprazol, inhiben la producción de ácido; teniendo un tiempo de acción más prolongado que el de los antiácidos.
Los procinéticos aceleran la velocidad con la que el alimento es transferido desde el estómago hacia el duodeno; evitando así las posibilidades de que se produzca el reflujo.
Almohada anti-reflujo
La almohada anti-reflujo tiene una forma triangular y hace que el tronco del paciente quede ligeramente elevado; recurriendo a la gravedad para reducir la posibilidad de regurgitación.
Se puede encontrar en las casas especializadas en productos médicos y hospitalarios.
Sin embargo, no resuelve el problema, sino que ayuda en el alivio de los síntomas.
Dieta para el reflujo
Muchas personas tienen reflujo debido a una alimentación no balanceada y que favorece este padecimiento.
Por lo tanto, es importante evitar los alimentos procesados, carnes rojas y embutidos. Café y tés ricos en cafeína; así como el chocolate, mismo que estimula el estómago y favorece el reflujo.
Las bebidas alcohólicas irritan el estómago. Asimismo, líquidos como el refresco, es decir, que contienen gas, aumentan la presión dentro del estómago y, por supuesto, estimulan el retorno del líquido hacia el esófago.
La pimienta aumenta la acidez e irrita el estómago.
Hidratos de carbono simples, como la pasta y el pan, además de fermentar bastante en el estómago, disminuyen la fuerza del esfínter que cierra el paso hacia el esófago.
Cambio de hábitos
Es posible mejorar tu condición con el cambio de hábitos sencillos en el día a día. Evita las siguientes actitudes:
- Hacer comidas exageradas
- Acostarse inmediatamente después de comer (esperar al menos una hora)
- Hacer un intervalo de tiempo muy grande o muy corto entre comidas
- Hacer ejercicios físicos después de la comida
Tratamiento casero
Aunque no sustituye el tratamiento farmacológico, y al especialista, consumir tés con ingredientes que neutralizan la acidez del estómago disminuye la agresión del esófago.
El limón puede ser un aliado a la hora de aliviar la molestia, ello ocurre porque tiene un efecto alcalinizante y ayuda a neutralizar la acidez del estómago.
Por eso, se recomienda el té de limón y vinagre de manzana; agua con limón y té de jengibre con limón.