¿Ansiedad por comer?: Sigue estos consejos y consigue vencerla

La ansiedad por comer es un mal que aqueja a un número consistente de la población. Ello por lo común de la falta de desayuno, las fluctuaciones anormales de sangre, y el estrés de la vida cotidiana.

Esta condición, pese a no ser considerada “grave”, en casos severos puede provocar un aumento de peso incontrolado, diabetes y diversas enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, es muy importante prevenirla.

La forma de eliminar este problema es hacer cambios nutricionales menores y no morirse de hambre. Por ello, a continuación te presentamos formas sencillas y naturales de hacerlo.

Consejos para vencer la ansiedad por comer

No olvides el desayuno

El desayuno es la comida más importante del día. La razón de esto es que después de un largo periodo de hambre durante la noche, el azúcar en la sangre cae al nivel inferior.

Por lo tanto, es vital no comenzar el día sin desayunar, tanto para estimular el metabolismo como para no enfrentar crisis de hambre durante el día. Tomar un desayuno a base de proteínas te ayudará a comenzar el día vigorosamente. El queso feta, el huevo o la leche, pueden ser una buena opción como fuentes de proteínas de calidad.

Toma un refrigerio al menos 2 veces al día

Comer regularmente ayuda a que tu azúcar en la sangre se mantenga equilibrada durante todo el día. No debes omitir las comidas principales, especialmente el desayuno, el almuerzo y la cena, y mantener el equilibrio de azúcar en la sangre haciendo un refrigerio al menos 1 vez entre comidas fuertes.

Come fruta cuando quieras azúcar

Aunque prestes atención a todo, tu alma aún puede pedir postre. En este caso, en lugar de postres con alto contenido de azúcar, puedes recurrir a frutas que son ricas en vitaminas y minerales; y que tienen un alto contenido de pulpa. Por supuesto, también es importante verificar las porciones de la fruta. Será suficiente consumir entre 1-3 porciones de fruta durante el día. 1 manzana mediana,4 albaricoques, 1 melocotón, 1 naranja o 15 uvas corresponden a una porción de fruta.

Toma nueces, avellanas o almendras

Después de un promedio de 2-3 horas después de sus comidas principales, tu estómago puede comenzar a comerse a sí mismo; y tu cuerpo puede querer ingerir un bocado.

En este caso, además de ser rico en minerales como magnesio, fósforo, zinc y aceite vegetal, la nuez, avellana o almendra, son la opción correcta. Sin embargo, para reducir la ingesta de calorías, y no aumentar el contenido de grasa, ten cuidado de no consumir más de 1 puñado.

Come pan integral

Los panes hechos de harina integral permanecen más tiempo en el estómago, gracias a los cereales en su contenido. Gracias a esto, la digestión es más lenta. Esto previene las crisis de hambre al equilibrar el curso de azúcar en la sangre.

Come ensalada en cada comida principal

Especialmente las verduras crudas son ricas en fibra. Por lo tanto, consumirlas con los platos fuertes, como el desayuno, el almuerzo y la cena, aumenta la cantidad de volvo que recibimos; y disminuye la velocidad de vaciado del estómago.

Esto nos ayuda a mantener el control del hambre entre comidas. Si no te gustan las ensaladas, puedes usar 1 cucharada de aceite de oliva para dar sabor.

Prepara refrigerios con cereales de avena

Las comidas donde se combinan cereales y proteínas mantienen el equilibrio de azúcar en la sangre y te ayudan a sentirte lleno.

Para ello, agrega 3 cucharadas de avena en 1 taza de leche y mezcla. Finalmente, añade 1.5 cucharaditas de canela molida. Puedes agregar 7-8 almendras crudas, medio plátano o cualquier fruta que desees.

 

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