La proteína es esencial para tu salud por muchas razones: las personas que intentan perder peso, generalmente, siguen una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas.
La proteína te ayuda a sentirte lleno y satisfecho después de una comida; y proporciona el combustible para tus entrenamientos pero, ¿alguna vez te has preguntado si puedes comer demasiada proteína?
La respuesta a esta pregunta no es tan precisa. La cantidad de proteína adecuada para ti depende de muchos factores, como la edad, el sexo, el peso, el nivel de actividad y los objetivos de salud.
El Instituto de Medicina recomienda 46 gramos de proteína por día, para la mujer adulta promedio, y 56 gramos por día, para el hombre adulto promedio.
Los atletas, adultos mayores, personas que se recuperan de lesiones, o enfermedades, y las mujeres embarazadas, o en período de lactancia, necesitan, aproximadamente, un 25 por ciento más de proteínas.
Señales de que estás comiendo demasiada proteína:
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1. Estás ganando peso
Si aumentas tu ingesta de proteínas, sin disminuir otros alimentos en tu dieta, tendrás un exceso de calorías. Por otro lado, si practicas un estilo de vida sedentario y comes proteínas en exceso, también aumentarás de peso.
2. Estás deshidratado
El exceso de proteínas se filtra fuera de tu cuerpo gracias a tus riñones. Un subproducto del metabolismo de las proteínas es el nitrógeno. Los riñones utilizan agua para eliminar el nitrógeno, lo que crea un efecto deshidratante. Cuando disminuyes los carbohidratos, tu cuerpo también retiene menos líquido.
3. Tienes problemas digestivos
¿Tienes náuseas, indigestión, diverticulitis o estreñimiento? Cuando aumentas el consumo de carne, pescado, pollo, queso y otros productos lácteos, en una dieta alta en proteínas, y no comes suficiente fibra, los riñones utilizan el exceso de agua para liberar tu cuerpo de nitrógeno. Por lo que puedes desarrollar estreñimiento.
Demasiada proteína también ejerce presión sobre las enzimas digestivas, lo que causa problemas digestivos.
4. Tienes mal aliento y dolores de cabeza
En una dieta baja en carbohidratos, y con un aumento de proteínas y grasas, tu cuerpo puede entrar en un estado de cetosis. En éste, el organismo quema grasa como combustible en lugar de carbohidratos. El mal aliento y los dolores de cabeza son un efecto secundario del padecimiento.
El mayor problema potencial de seguir una dieta alta en proteínas es que, posiblemente, no estés obteniendo suficiente fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales. Todos ellos se encuentran en los cereales, las verduras y las frutas.
¿Entonces que puedes hacer? Cambia algunas de tus fuentes de proteínas a proteínas de origen vegetal, éstas te proporcionarán los nutrientes necesario que te faltan.