Si quieres mejorar la alimentación de tu hijos para que, a la par, mejore su salud, aquí te explicamos de que forma puede hacerlo.
Alimentar sanamente significa dar una gran variedad de alimentos nutritivos, de todos los grupos, que ayuden a tu niño a crecer.
Al alentar, y desarrollar, hábitos alimenticios saludables desde el principio, puede tener un gran impacto en la relación de por vida de tu hijo con los alimentos. Así, le brindas la mejor oportunidad de convertirse en un adulto sano y confiado.
Una alimentación saludable puede estabilizar la energía de un niño; agudizar su mente e igualar sus estados de ánimo.
Aquí hay 6 consejos para desarrollar hábitos alimenticios saludables en los niños:
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1) Tener bocadillos saludables y plan de meriendas.
Mantén un montón de frutas, verduras, bocadillos integrales y bebidas saludables cerca. Ten una caja de frutas y vegetales listos para cortar, como zanahorias y cubos de apio, en el refrigerador.
Puedes agregar un poco de aceite de oliva, jugo de limón y hierbas para realzar el sabor.
La merienda continua puede llevar a comer en exceso y a la obesidad. Planea merendar en un momento específico del día para hacerlo parte de la dieta nutritiva. Esto puede ayudar a desarrollar una rutina de alimentación saludable.
2) Limitar el tamaño de la porción
No insistas en que tu hijo limpie su plato. Un niño se detendrá cuando haya tenido suficiente. Nunca uses los alimentos como soborno o recompensa, si lo haces los pequeños aprenderán que esto es más valioso que las comidas normales.
Sirve el tamaño de la porción apropiada para su edad, así ayudas a manejar la expectativa de cuánto debe y puede comer el niño.
3) Desalentar ingerir comidas, o meriendas, mientras mira la televisión
Desarrolla el hábito de comer sólo en las áreas designadas para eso, como en el comedor o la cocina. Comer frente al televisor hace que sea difícil prestar atención a lo que se come; y puede llevar a ingerir alimentos en exceso.
4) Tener comidas familiares regulares
Aproximadamente, sirve a la misma hora todos los días; y asegúrate de que toda la familia coma junta. Esto puede ayudar con la unión familiar y permite que los niños imiten lo que comen los adultos.
El desayuno es un buen momento para las comidas familiares. Los pequeños que desayunan tienen un mejor desempeño en la escuela.
Las comidas caseras son más saludables que las de los restaurantes. Los platillos de estos últimos tienden a tener demasiada azúcar, grasa y sal. Situación fácil de controlar en las comidas caseras. Exceptuando, por supuesto, las comidas hechas en fechas especiales.
6) Involucrar a los niños
Involucra a tus hijos en las compras de comestibles. Deja que elijan la comida en la lista de compras. Esta es una gran oportunidad para enseñarles cómo leer las etiquetas de los alimentos; y los valores nutricionales de los diferentes productos.
Dales la oportunidad de seleccionar lo que entra en su fiambrera.
Haz que tus hijos se involucren en la preparación de las comidas. Tener actividades apropiadas para la edad, como pelar papas, lavar y cortar frutas y verduras, y freír huevos durante la preparación de la comida, puede ser un momento divertido y familiar.
Al enseñarles a los niños hábitos alimenticios saludables, y modelar estos comportamientos en ti mismo, puedes ayudar a tus hijos a tener un peso óptimo; un crecimiento normal, y mantener un estilo de vida sano cuando sean adultos.