¿Qué es la salmonelosis?
La salmonelosis es la más común de las infecciones gastrointestinales causadas por consumir alimentos contaminados. La produce la bacteria salmonella, un microorganismo relacionado con la flora intestinal, por lo que se asocia comúnmente con el tratamiento de las aguas y los alimentos.
La salmonella puede colonizar espacios húmedos e infectar tejidos, ya que soporta altas temperaturas y la humedad hace que prolifere e infecte lo que entre en contacto con ella.
El tracto intestinal de las aves, tanto especies domésticas como silvestres, constituye el reservorio predilecto de la salmonella; particularmente aves costeras como las gaviotas, y otras de tierra firme, como patos, palomas, pavos y loros. Igualmente animales domésticos, como perros, gatos, tortugas y peces, entre otros, son susceptibles de albergar esta bacteria en su interior.
Los seres humanos, al entrar en contacto con ella, podemos ser portadores y albergarla silenciosamente hasta que los síntomas de la infección se manifiestan.
Síntomas
Quienes padecen la salmonelosis suelen presentar fiebres entre 37 y 40 grados, dolores abdominales punzantes, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, diarreas severas que devienen en deshidratación y aparición de Roserola tifoidea.
De no tratarse a tiempo, puede generar estados febriles que pueden terminar en hepatitis, abscesos intestinales, perforaciones intestinales, peritonitis, meningitis, coma y, en consecuencia, muerte por contaminación.
Tratamiento
El tratamiento incluye pruebas de laboratorio para determinar el nivel de bacterias en las secreciones. El uso de antibióticos es prescrito por el facultativo para revertir la acción del patógeno acompañado de sueros hidratantes, antiinflamatorios y analgésicos.
La hospitalización puede contemplarse si la infección es grave y el paciente estará bajo observación.
Puede ser necesaria una punción o extracción de líquido para tratar complicaciones como la hepatitis o meningitis.
Consejos para evitar la salmonelosis
La limpieza es vital para evitar la salmonelosis. Entre las medidas que se puede adoptar figuran:
– Comprar alimentos sellados, debidamente etiquetados con la fecha de elaboración y de vencimiento. Cuidar que estén debidamente empaquetados y refrigerados.
– Evitar comprar huevos que no estén etiquetados y presenten mal estado.
– Cerciorarse de comprar carne, pollo y pescados en establecimientos que cumplan las normas de higiene.
– Lavarse las manos con agua y jabón antibacterial antes y después de cada comida.
– Lavarse las manos tras tener contacto con animales.
– Lavarse las manos tras acudir al baño.
– Mantener la higiene del hogar usando productos que eliminen las bacterias de áreas como baños, cocina, jardines, gallineros o graneros y área de mascotas.
– Reemplazar esponjas, paños de limpieza, cepillos y implementos de cocina como guantes, tablas de picar y envases de almacenamiento para evitar la proliferación de bacterias.
– Descongelar las carnes y pescados en recipientes cerrados dentro de los frigoríficos.
– Cocinar suficientemente los mariscos comprados vivos.
– Evitar la ingesta de huevos crudos o alimentos poco cocidos en cuya preparación se utilicen huevos crudos.
– No consumir carnes (especialmente aves) que no estén comprobadamente cocidas.
– No tomar leche cruda.