Remedios caseros para curar las quemaduras

Si se aplicara una encuesta en la que a las personas se les pregunta cuál es la peor forma de morir, con seguridad se debatirían entre dos respuestas: morir ahogado o morir quemado.

Esta última quizás sea una manera más agonizante de morir. Sin embargo, la intención de estas líneas no es suministrar miedo, sino brindar información sobre los mecanismos más rápidos para curar quemaduras en grados al menos leves.

La quemadura y sus facetas

Cuando se habla de quemadura nos referimos a esa lesión que siempre resulta muy dolorosa; en lo específico, cuando sucede en la piel. Puede tener variados grados de gravedad; la común, que sucede de manera superficial, se debe principalmente a la pronunciada exposición a los rayos solares, o cuando se produce algún contacto con un objeto que emite altos niveles de calor.

Las quemaduras que pasan a grados más fuertes deben contar con un tratamiento riguroso, con la observación acuciosa de médicos especializados, para curar con satisfacción los tejidos de la piel. En estos casos la consecuencia es que la gravedad dejará cicatrices difíciles de enmendar.

Y si es leve, ¿qué se debe hacer?

Entre los elementos naturales y procesados se pueden utilizar algunos que funcionan muy bien para curar quemaduras. La miel es el primer componente que se debe mencionar, pues posee sustancias hidratantes que hacen que la piel no pierda su consistencia natural. Regenera favorablemente la estructura celular y evita que queden marcas.

La miel de abeja es preferible que sea pura, pues así se garantiza que sus ingredientes sean absolutamente naturales. Debe aplicarse sobre el área afectada, colocando un vendaje encima por un lapso de entre dos y tres horas. Se remueve el vendaje, se limpia, se coloca miel fresca de nuevo y así sucesivamente hasta que la herida sane.

Aceites y vinagre

Otras sustancias que se pueden usar son los aceites esenciales, sobre todo el de lavanda, que cuenta con propiedades antibacterianas y analgésicas. La aplicación de este ingrediente disminuye el ardor y reconstruye el tejido que se ha dañado. Se aplica frotándolo con ayuda de un paño y masajeando la zona dos veces al día hasta que alivie la quemadura.

El vinagre que debe usarse tiene que ser de manzana, que contiene propiedades astringentes y antisépticas. Hay que diluir el vinagre de manzana en agua helada, en porciones iguales, y aplicarlo sobre la quemadura, ayudándose con un paño. Se repite cada tres horas el tratamiento por la cantidad de días que sea necesario, hasta que la afección merme por completo.

Hielo nunca, pasta de dientes sí

La recomendación de no usar hielo se debe a que este elemento limita el flujo de la sangre por la piel y recrudece el daño. Lo que mejor procede es colocar el área quemada bajo un chorro de agua bastante fría o sumergir la zona quemada dentro de un recipiente con agua fría y mantenerla así por cinco minutos.

En el caso del dentífrico, ante un accidente de quemadura menor casera primero se debe mojar el área con abundante agua fría, secar con una toalla de papel muy suave y cubrir luego el área quemada con una capa de pasta de dientes. Se repite las veces necesarias para aliviar el dolor.

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