En diversas ocasiones pueden presentarse accidentes al momento de comer, que pueden resultar más peligrosos de lo que usualmente se considera; además de ser un incómodo sobresalto para el afectado y causar alarma a los otros comensales.
El atragantamiento puede ocurrir si hablamos acaloradamente, nos reímos o realizamos algún movimiento brusco.
¿Qué debemos hacer ante un suceso tan repentino que puede llegar a ser letal? A continuación te lo explicaremos.
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En qué consiste principalmente el atragantamiento
El cuerpo humano tiene dos canales que se encuentran bastante cercanos. El primero es el destinado al paso de los alimentos, llamado esófago, que va directamente al estómago en donde se procesa la comida. La otra vía es la tráquea, encargada de llevar el aire directamente a los pulmones. Puede suceder un pedazo de alimento se deslice por la tráquea, impidiendo el paso del aire.
El atragantamiento se produce porque la válvula que hace que se tape uno de los canales, mientras el otro está en uso, tiene un movimiento diferente al que debería. Sabremos si alguien está atragantado cuando la persona se levanta rápidamente de la silla y comienza a agarrarse el cuello con desesperación en busca de aire. También puede toser o jadear, dependiendo de la gravedad del atragantamiento.
Cómo evitar el atragantamiento
Hay una serie de medidas que puedes tomar para evitar un atragantamiento. En primer lugar, tomar en cuenta que durante las comidas no deben tenerse discusiones vehementes o enardecidas. Asimismo, se debe evitar reír a carcajadas o en general reír mientras se mastica o se traga. Si es carne lo que comes en el momento, córtala en trozos pequeños y no introduzcas demasiada comida en tu boca.
Niños pequeños o ancianos deben evitar, por ejemplo, caramelos o similares, que generalmente producen un atragantamiento. Ninguno de los dos tienen en esos períodos de sus vidas mecanismo efectivos de reflejo y el caramelo se puede “ir por la otra vía”, ocasionando un grave susto o incluso una consecuencia mayor.
Primeros auxilios al momento de un atragantamiento
Si ves que un niño se atraganta, es necesario que lo coloques boca abajo con la cabeza hacia el suelo y comiences a masajear su espalda, a fin de que pueda expulsar el objeto obstructor rápidamente. Si no sale, entonces debes darle palmadas, y si aún no sale debes presionar con delicadeza pero con firmeza la boca de su estómago, y mantenerlo en esa posición. Acompaña estos movimientos con respiraciones boca a boca.
Si es un adulto, entonces deberás hacerle la conocida maniobra de Heimlich, la cual consiste en abrazarlo por detrás y colocar tus manos justo en la boca de su estómago. A continuación comenzarás a hacer movimientos fuertes, como si intentaras cargar a la persona, y empujar bien la boca del estómago con la firmeza suficiente para que el objeto obstructor salga.
¿Y qué debo hacer si me atraganto y no hay nadie alrededor?
Esta es una pregunta que se hacen muchas personas: ¿qué puedes hacer si te atragantas y no tienes a nadie que pueda hacerte la maniobra de Heimlich? Lo primero que debes hacer es tratar de superar el susto inicial y reaccionar rápidamente antes de que te quedes completamente sin aire y no dejarte llevar por la desesperación.
A continuación deberás ir hacia una silla y colocar la boca de tu estómago en la punta del respaldar. Deberás meterte contra la silla varias veces, sin miedo, recuerda que tu vida está en juego y cualquier otro golpe resultará nimio con tal de sacar el objeto obstructor de tu garganta. Chócate varias veces contra la silla y, de no resultar esto, lánzate al suelo de forma que caigas boca abajo con brusquedad.