Remedios caseros para aliviar los síntomas de la menopausia

En este artículo damos a conocer algunos remedios caseros para la menopausia con los que puedes aliviar las molestias que origina.

La menopausia es un estadio femenino por el que toda mujer debe pasar, indudablemente, una vez en la vida. Este ocurre debido a que el cuerpo deja de producir óvulos y, por lo tanto, comenzará a pasar por una serie de cambios para estabilizar las hormonas del mismo.

Desgraciadamente, cómo quizás ya sepas, estas modificaciones traen consigo algunas incomodidades secundarias para las mujeres. Los síntomas pueden tratarse mediante medicamentos recetados por un especialista, o utilizando remedios caseros para la menopasia como los que te presentamos a continuación.

¿Cuáles son los síntomas de la menopausia?

Generalmente, las mujeres experimentan sofocos repentinos, falta de sueño, resequedad vaginal, pérdida de calcio; y aumento de colesterol, peso y estreñimiento. Además de pasar por varios cambios de humor durante el día.

Remedios caseros para la menopausia

Vegetales de color verde

Verduras como las lechugas, las espinacas, las acelgas y el brócoli, tienen un alto contenido de ácido fólico, o vitamina b9; además de fitosteroles. Dichas sustancias estimulan de forma natural, por un lado, la producción de hormonas necesarias para la estabilidad femenina, es decir, estrógenos; y por otro, contribuyen a disminuir los niveles de colesterol en la sangre.

Chía

Otro de los problemas ocasionados por la menopausia es el tránsito intestinal lento. Para mejorar esta situación, puedes consumir semillas de chía. Éstas “barren” el intestino por dentro; y aportan una gran cantidad de Omega 3.

Por si no fuera suficiente, dicho alimento hace que te sientas llena más pronto; y contiene antioxidantes que pelean contra los daños ocasionados por los radicales libres. Consúmela de la manera que prefieras, ya sea en agua, licuados, hamburguesas, helados, yogurt, o para acompañar tus platos fuertes.

Vitamina D

Uno de los contras que llega con la menopausia es la descalcificación. De hecho, en esta etapa es cuando la mujer tiene los huesos más frágiles. Teniendo eso en mente, te recomendamos comenzar a consumir suplementos que te aporten vitamina D. Asimismo, aconsejamos hacerlo siempre con la ayuda de un especialista.

Otra forma de adquirir esta vitamina es tomando el sol por, al menos, 15 minutos al día. Pero te recomendamos que lo hagas antes de las 10 de la mañana, y después de las 4 de la tarde.

Aceite de onagra

Los cambios de humor y los dolores de cabeza son, quizás junto con los bochornos, los síntomas más molestos de la menopausia. Lo bueno es que existe un alimento que puede ayudarte a controlar dicho malestar.

El aceite de onagra contiene antioxidantes y también posee ácidos grasos buenos, los cuales, tienen propiedades anti-inflamatorias y analgésicas; a la par que regulan la circulación sanguínea e incrementan la concentración.

Otro de los aspectos positivos es que este óleo contribuye a rehidratar la mucosa en general, motivo por el que no tendrás tantas molestias con la resequedad vaginal.

Hierro y calcio

Los sofocos nocturnos ocasionan un continuo mal humor. Por lo que las mujeres que se encuentran en este estadio estarán, probablemente, irritables.

Para contrarrestar este síntoma, existen remedios caseros para los sofocos de la menopausia, como incluir en tu dieta alimentos cuyos minerales principales sean el hierro y el calcio.

Para satisfacer la necesidad del primer mineral puedes consumir avena, lentejas, garbanzos, almendras, nueces, y pasas. Ahora bien, para cubrir el segundo se recomienda ingerir lácteos, ya sea queso, leche crema; y alimentos como el pescado o las semillas en general.

Legumbres

Otro de los alimentos que ayuda a cubrir las necesidades experimentadas durante la menopausia son los guisantes, los frijoles y las habas. Éstos te ayudarán a tener un mejor ánimo; así como mayor energía para realizar tus actividades diarias.

A la par de las recomendaciones arriba mencionadas, recuerda alejarte de alimentos que alteran las propiedades de las comidas antes mencionadas.

Por ejemplo, disminuye tu consumo de azúcar, refrescos con muchos conservadores, o con muchos irritantes. Asimismo, te invitamos a practicar actividades físicas para que mantengas tu cuerpo trabajando. Por último, te recordamos que debes estar tranquila, a fin de cuentas, esta es una etapa por la que tienes que pasar. Lo bueno es que no será eterno.

 

Comparte si te gustó